sábado, 18 de octubre de 2008

Alma y Salinas en acción




La protesta de Alma Maldonado en Oxford

"A las 5 pm entró Salinas, tan menor él y tan acabado físicamente"

Cuando me enteré que venía Carlos Salinas de Gortari a Oxford no lo pensé dos veces. ¡Se le tenía que dar un recibimiento adecuado! Para garantizar un lugar en la conferencia había que reservar primero. Así que escribí un correo, dije que soy nueva aquí y que me interesaba mucho asistir y escuchar al expresidente, etc. etc… Me respondieron casi de inmediato diciendo que tenía mi lugar garantizado. ¡¡De todos los expresidentes era precisamente el más desgraciado y perverso el que venía y yo iba a tener una oportunidad inigualable de protestarle en la cara!! Honestamente tengo mis dudas de que una oportunidad así se me vuelva a presentar de nuevo. Era ahora o nunca.

Según me contaron antes, el año pasado también vino Salinas de Gortari a la Universidad de Oxford, pero no hubo ningún tipo de protesta ¡sino al contrario!, la plática terminó con un Salinas super carismático, con varios mexicanos tomándose fotos con él y ¡hasta pidiéndole autógrafos!. Eso me hizo pensar que mi protesta tendría más éxito por el efecto sorpresa.

El 15 de septiembre en la noche, en la reunión de los estudiantes mexicanos de Oxford, los organizadores comentaron que “el licenciado Salinas pidió que leyéramos su libro antes de la conferencia para poder tener un intercambio más interesante”. Habría libros a la venta por si alguien estaba interesado. Comenté algo sobre el cinismo de la publicación, ¡venir a decir que él no fue neoliberal pero sí sus predecesores! era simplemente demasiado; pero la verdad también me cuidé de no ser tan obvia en mis comentarios ¡no fuera a ser que no me dejaran entrar el día de la plática! Así que fui cauta y eso sí, con la idea de la protesta fui más bien discreta.

También desde que supe que venía Salinas estuve pensando quién podría unirse a la protesta, especulaba con quién podría contar, pero al ser tan reciente mi llegada a Oxford digamos que sólo contaba con “alguien” que podría tomarme algunas fotos al momento de la protesta. Sin una imagen las cosas habrían sido muy diferentes.

Mi novio tenía seminario a esa hora y comencé a hacerme a la idea de que protestaría completamente sola. En mi imaginario las cosas ocurrirían más o menos así: Me iba a tener que parar al lado de Salinas, enfrente de un auditorio repleto y que en el mejor de los casos iba a salir abucheada y en el peor de los escenarios la policía británica me iba a estar sacando del lugar. Obviamente ya bromeaba con me iban a deportar a México o peor aún, a llevar rumbo a Guantánamo en vuelo directo y sin escalas.

Unos días antes de la conferencia de Salinas (que fue el miércoles 15 de octubre), todavía estuve buscando algún posible simpatizante con la protesta… pero me dijeron que un posible mexicano solidario comentó: “mi protesta será no ir y además para protestar en este país hay que pedir permiso”. Sonaba complicado pero aún así seguí adelante con el plan. Repasé varias veces la estrategia: escribiría un cartel, me pararía enfrente del auditorio junto a Salinas, repartiría unos volantes informativos (con datos duros sobre su sexenio), diría unas palabras rápidas (si antes no me sacaban) y me saldría. Sólo esperaba que las personas a cargo de las fotos actuaran con prontitud (al final encontré a dos personas solidarias que tomarían fotos buscando que al menos una foto saliera bien).

Desde el domingo compré mis cartulinas, mis marcadores y me cercioré que sabía donde había una fotocopiadora. Con un par de amigos vía electrónica consulté qué poner en mi cartel de protesta. Fueron muy poquitos porque no podía darme el lujo de contarle a todo mundo del plan. Una vez refinado el mensaje ya sólo faltaba hacer el volante. Cuando lo terminé (unas horas antes de la conferencia) otra amiga gringa revisó mi volante, porque todo fue en inglés, y se aseguró de que estaba perfectamente escrito (aún así después encontré un error, pero bueno). De manera que el lunes a las 4 pm salí de casa con mi cartel perfectamente doblado (dentro de mi portafolios) ya que no podía dar indicios de nada y con mi volante listo para ser fotocopiado. La conferencia estaba anunciada a las 5:30 pm pero pedían llegar 15 o 20 minutos antes. Saqué como 56 volantitos.

Para sentirme aún más sola en esto, al llegar al Colegio donde fue el evento vi a un chico italiano, que habla perfecto español, y que conocí en diciembre en Oxford. Todo un militante de izquierda, entonces pensé, seguro que él me apoyará. Le conté el plan y ¡oh soledad! me dijo que seguramente sus maestros estarían en el auditorio y que no era mala onda pero ahorita no le iba de lo mejor. En realidad la única ayuda que necesitaba era repartir mis volantitos. Pero me dije “ya estoy aquí y no puedo echarme para atrás”.

Unos 10 minutos antes de que llegara Salinas, de pronto me vi rodeada de un grupo como de 7 unamitas, de políticas, ciencias, economía, biomédicas y un poco ingenuamente pensé, ¡alguno de estos me apoyará! Al final no pude evitar contarles a dos personas más en el auditorio que me iba a manifestar y les pedí que si me intentaban echar al menos dijeran algo como “déjenla terminar”. Dijeron que sí.

Cinco minutos antes de las 5 pm entró Carlos Salinas de Gortari, tan menor él (de estatura) y tan acabado físicamente… hasta un poco de penita daba. El moderador, un profesor inglés dijo que esperaríamos cinco minutos para comenzar. A mi ya se me salía el corazón pero sólo trataba de repasar mi plan. Ya nunca voltee al auditorio y sólo le pedí a “alguien” estar alerta para la foto. Con la otra persona que también tomaría fotos apenas crucé una mirada, tenía que ser muy discreta. Como yo estaba sentada hasta adelante, en algún momento hice contacto visual con Salinas pero yo traté de no reflejar nada en mi mirada, quien sabe si lo logré.

Por fin el profe nos dio la bienvenida, dijo algo así como que era un honor presentar nuevamente a Salinas, que iba a hablar de su libro etc. etc… y le dio la palabra. En ese momento me paré tranquilamente de mi lugar, desdoblaba a la vez mi cartel y me puse enfrente del auditorio y junto a Salinas con mi cartel del holograma (foto adjunta). Siento que hubo un momento de pasmo, ni siquiera pensé si le estaba dando tiempo a la gente de leer mi cártel, sólo lo levante alto. Salinas volteó a verme y me dijo en inglés y con arrogancia “can I read it?” (¿puedo leerlo?) Y le respondí en inglés “of course” (por supuesto) y se lo mostré directamente (por mi se lo habría embarrado en la cara). Entonces lo que les cuente a continuación no necesariamente siguió ese orden y seguramente fue percibido de manera muy diferente por el público, pero es como yo lo recuerdo. El profesor pidió orden y respeto, dijo que las preguntas o cuestionamientos las dejáramos al final, y dije que sólo quería entregar mis volantes. Entonces de pronto del público vi que se empezaron a parar algunos estudiantes y oía gritos pero ya no entendí nada (yo seguía concentrada en seguir mi plan). El profesor me dijo que estaba bien, que repartiera mis cosas pero que por favor dejara continuar el evento. Le dije que sí, que no quería ofender a nadie pero agregué “sólo una última cosa” (todo en inglés por supuesto). Dirigiéndome a Salinas, dije algo como “tu como presidente le dijiste a tu oposición política alguna vez que ‘ni los veías y ni los oías’”. Y continué diciendo que me habría “encantado” quedarme a la plática pero así sentía que de alguna manera “estábamos a mano” porque (y entonces comencé a enfilarme a la salida) “yo fui parte de esta oposición política”. Justamente esto último es lo que recuerdo haber dicho con más claridad. Di las gracias y me salí. Oí aplausos, juro que no escuché ningún abucheo aunque pudo haber sido que sí los hubo, pero los aplausos sí que los escuché. En la puerta vi a mi novio también saliéndose conmigo ¡y por fin me sentí super acompañada! y ¡oh sorpresa! tres personas más se salieron conmigo y me felicitaron. Eran dos chicos que no ubicaba y la chava me dijo todo lo que le gritó a Salinas y la verdad me emocionó mucho: Esta chica le dijo, también en inglés: “ella no está sola, aquí habemos muchos mexicanos y sabemos todo lo que hiciste”, eres un “mentiroso” y creo que hasta “ratero” le dijo. El otro chico sólo balbuceó algo porque según sus propias palabras, “normalmente me pongo super nervioso en estas cosas”, pero ambos me abrazaron y me felicitaron mucho (mientras mi novio ya me abrazaba permanentemente).

Según me contaron, aún falta que juntemos más versiones, que lo primero que dijo Salinas es que agradecía la invitación, que la vez pasada que vino a Oxford no hubo ninguna protesta y que también entendía que era un espacio libre y que estas cosas pasan, bla, bla, bla. Al parecer a Salinas, el gran “seductor” de auditorios, le costó un poco de trabajo agarrar el ritmo de nuevo; quiero pensar que el factor sorpresa sí funcionó. También me contaron que a los dos minutos que nos salimos, otras 3 personas abandonaron el auditorio. Creo que esta vez hubo más preguntas críticas y muchas manos se quedaron levantadas (aunque no es de extrañarse que según supe a todas esas preguntas incómodas las terminó bateando exitosamente). No se si los unamitas fueron de los que hicieron preguntas críticas, pero es lo menos que yo esperaría.

La idea de toda la protesta es que Salinas no puede creer que va andar impune por todo el mundo sin al menos un mexicano que le recuerde cuanto lo detestamos y que no olvidamos todo lo que nos hizo.

La cereza del pastel fue la foto en La Jornada. Ahí pueden leer lo que dice el cartel, siempre traté que fuera algo un poco lúdico porque si lo hacía más solemne o con una acusación más clara como “ladrón” o “asesino” se me iban a echar encima más rápido. No recuerdo tantas fotos de ciudadanos protestándole a Salinas publicadas en los medios, quizás más de diputados pero no de ciudadanos comunes. Me parece que Salinas se ha cuidado mucho y como bien sabemos, por eso no se para muy seguido en México. De ahí la sonrisa que se me dibuja al saber que esta foto sí salió bien y de que al menos algunos otros mexicanos ya la vieron. También está excelente que Salinas considere que Oxford ya no es un lugar tan seguro para presentarse tan cómodamente… y, finalmente, que como bien hemos repetido en muchos contextos (juntos o separados, de hoy y de ayer): “ni perdón, ni olvido”.

Salud y saludos desde mi trinchera oxfordiana,
Alma Maldonado-Maldonado

miércoles, 15 de octubre de 2008

¿Cómo iba hasta anoche la negociación en el Senado sobre el futuro de Pemex?

Un reporte de Jaime Avilés

¿Qué ha logrado, hasta este momento, el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo?

No pocas cosas. A saber

a) que se construya una refinería;
b) que se descongelen los fondos del superavit de Pemex, que no se usaban desde el sexenio de Fox para reinvertirlos en la paraestatal;
c) que los Pidiregas pasen a la deuda pública y dejen de sangrar a Pemex y
d) que la empresa no se convierta en entidad autónoma.

¿Qué falta para evitar por completo la privatización?

Aunque no hay nada firmado al respecto, ya existe un acuerdo verbal entre el PRIAN y el FAP acerca de que los inversionistas privados no intervendrán en las áreas de transporte, almacenamiento y transformación del petróleo (por eso la refinería será construida por Pemex), con lo cual quedarían eliminadas tres de las cinco iniciativas privatizadoras de Calderón

En cambio panistas y priístas insisten en que por medio de contratos, los particulares realicen las obras de exploración y extracción. Sin embargo, ayer, a última hora, los azules reventaron la negociación del dictámen acerca de este punto, al alterar la redacción de un párrafo que decía lo siguiente: “las remuneraciones deberán establecerse a la firma del contrato”, al que los panistas le añadieron las palabras “en función de los resultados del proyecto”, mismas que el PRI rechazó.

Una fuente del Senado me aseguró que si el PAN no retira esas palabras, el PRI se opondrá del todo a los contratos, como ya se opuso, añadió el informante, a la creación de nuevas empresas filiales, o sea, a que Pemex se divida en más subsidiarias si éstas son “financiadas con fondos privados”. Los priístas quieren que “se financien exclusivamente con fondos públicos”, y si no, abortan el punto.

Como salta a la vista, la privatización está casi conjurada en 60 por ciento, pero falta que se eche a la basura el paquete de los contratos que quieren asignar sin licitació, para repartirse el botín entre sus cuates. Esos contratos serían el mecanismo para que las petroleras de Estados Unidos e Inglaterra exploren las aguas profundas y se dividan el Golfo de México en bloques. Y para que asimismo, los gallegos de Repsol se despachen con la cuchara del gas natural, y las empresas canadienses reabran los pozos cansados, que están en tierra firme y en aguas someras, y los ordeñen a su antojo.

Por eso, en este momento, las palabras claves para comprender si el PRIAN intentará una privatización a la sorda son las que tienen que ver con el tema de los contratos. Sin duda, en cuanto trascienda que los PRIANISTAS ya se pusieron de acuerdo en lo de los contratos, AMLO dará la señal y comenzarán la movilización popular, ahora sí, con todo y hasta donde tope, siempre dentro de los cauces de la ley y al márgen de la violencia.

Por lo pronto, OJO, mucho OJO

Mañana por la tarde, si antes no ocurre nada grave en el Congreso que amerite movilizarnos, este blog hará un importante anuncio a sus lectores para poner en práctica un proyecto conjunto de trabajo.

Pero mientras, OJO, mucho, mucho OJO

lunes, 13 de octubre de 2008

URGENTE: Asamblea con AMLO en el Hemiciclo

Miércoles 15 de octubre a las 5 de la tarde

¡Difúndanlo!

El Gobierno Legítimo de Andrés Manuel López Obrador acaba de dar a conocer el siguiente

COMUNICADO

El agravamiento de la crisis económica de los últimos días y la discusión en el Senado del dictamen sobre la reforma petrolera, hace indispensable que nos reunamos para compartir información que nos permita seguir cumpliendo con el propósito de defender al pueblo y al patrimonio nacional, en particular el petróleo.

En consecuencia, convoco con carácter de urgente a todos los ciudadanos y a los integrantes y simpatizantes de nuestro movimiento a una asamblea informativa que llevaremos a cabo el próximo miércoles 15 de octubre, a las 17:00 horas, en el Hemiciclo a Juárez de la Ciudad de México.

En estos momentos difíciles es necesario estar unidos y actuar con firmeza y responsabilidad por el bien del pueblo y de la Patria.

Andrés Manuel López Obrador

Presidente Legítimo de México

El neoliberalismo se acabó: regresa el Estado

La crisis del siglo

Un artículo de Ignacio Ramonet

Los terremotos que sacudieron las Bolsas durante el pasado "septiembre negro" han precipitado el fin de una era del capitalismo. La arquitectura financiera internacional se ha tambaleado. Y el riesgo sistémico permanece. Nada volverá a ser como antes. Regresa el Estado.

El desplome de Wall Street es comparable, en la esfera financiera, a lo que representó, en el ámbito geopolítico, la caída del muro de Berlín. Un cambio de mundo y un giro copernicano. Lo afirma Paul Samuelson, premio Nobel de Economía: "Esta debacle es para el capitalismo lo que la caída de la URSS fue para el comunismo". Se termina el periodo abierto en 1981 con la fórmula de Ronald Reagan: "El Estado no es la solución, es el problema". Durante treinta años, los fundamentalistas del mercado repitieron que éste siempre tenía razón, que la globalización era sinónimo de felicidad, y que el capitalismo financiero edificaba el paraíso terrenal para todos. Se equivocaron.

La "edad de oro" de Wall Street se ha acabado. Y también una etapa de exuberancia y despilfarro representada por una aristocracia de banqueros de inversión, "amos del universo" denunciados por Tom Wolfe en La Hoguera de las vanidades (1987). Poseídos por una lógica de rentabilidad a corto plazo. Por la búsqueda de beneficios exorbitantes. Dispuestos a todo para sacar ganancias: ventas a corto abusivas, manipulaciones, invención de instrumentos opacos, titulización de activos, contratos de cobertura de riesgos, hedge funds... La fiebre del provecho fácil se contagió a todo el planeta. Los mercados se sobrecalentaron, alimentados por un exceso de financiación que facilitó el alza de los precios.

La globalización condujo la economía mundial a tomar la forma de una economía de papel, virtual, inmaterial. La esfera financiera llegó a representar más de 250 billones de euros, o sea seis veces el montante de la riqueza real mundial. Y de golpe, esa gigantesca "burbuja" ha reventado.
El desastre es de dimensiones apocalípticas. Más de 200.000 millones de euros se han esfumado. La banca de inversión ha sido borrada del mapa. Las cinco mayores entidades se han desmoronado: Lehman Brothers en bancarrota; Bear Stearns comprado, con la ayuda de la Reserva Federal (Fed), por Morgan Chase; Merril Lynch adquirido por Bank of America; y los dos últimos, Goldman Sachs y Morgan Stanley (en parte comprado por el japonés Mitsubishi UFJ), reconvertidos en simples bancos comerciales.

Toda la cadena de funcionamiento del aparato financiero se ha colapsado. No sólo la banca de inversión, sino los bancos centrales, los sistemas de regulación, los bancos comerciales, las cajas de ahorros, las compañías de seguros, las agencias de calificación de riesgos (Standard&Poors, Moody's, Fitch) y hasta las auditoras contables (Deloitte, Ernst&Young, PwC).

El naufragio no puede sorprender a nadie. El escándalo de las "hipotecas basura" (subprime) era sabido de todos. Igual que el exceso de liquidez orientado a la especulación, y la explosión delirante de los precios de la vivienda. Todo esto ha sido denunciado -en estas columnas- desde hace tiempo. Sin que nadie se inmutase. Porque el crimen beneficiaba a muchos. Y se siguió afirmando que la empresa privada y el mercado lo arreglaban todo.

La Administración del Presidente George W. Bush ha tenido que renegar de ese principio y recurrir, masivamente, a la intervención del Estado. Las principales entidades de crédito inmobiliario, Fannie Mae y Freddie Mac, han sido nacionalizadas. También lo ha sido el American International Group (AIG), la mayor compañía de seguros del mundo. Y el Secretario del Tesoro, Henry Paulson (ex presidente de la banca Goldman Sachs...) ha propuesto un plan de rescate de las acciones "tóxicas" procedentes de las "hipotecas basura" por un valor de unos 500.000 millones de euros, que también adelantará el Estado, o sea los contribuyentes.

Prueba del fracaso del sistema, estas intervenciones del Estado -las mayores, en volumen, de la historia económica- demuestran que los mercados no son capaces de regularse por sí mismos. Se han autodestruido por su propia voracidad. Además, se confirma una ley del cinismo neoliberal: se privatizan los beneficios pero se socializan las pérdidas. Se hace pagar a los pobres las excentricidades irracionales de los banqueros, y se les amenaza, en caso de que se nieguen a pagar, con empobrecerlos aún más.

Las autoridades norteamericanas acuden al rescate de los banksters ("banquero gangster") a expensas de los ciudadanos. Hace unos meses, el presidente Bush se negó a firmar una ley que ofrecía una cobertura médica a nueve millones de niños pobres por un coste de 4.000 millones de euros. Lo consideró un gasto inútil. Ahora, para salvar a los rufianes de Wall Street nada le parece suficiente. Socialismo para los ricos, y capitalismo salvaje para los pobres.

Este desastre ocurre en un momento de vacío teórico de las izquierdas. Las cuales no tienen "plan B" para sacar provecho del descalabro. En particular las de Europa, agarrotadas por el choque de la crisis. Cuando sería tiempo de refundación y de audacia.

¿Cuánto durará la crisis? "Veinte años si tenemos suerte, o menos de diez si las autoridades actúan con mano firme", vaticina el editorialista neoliberal Martin Wolf. Si existiese una lógica política, este contexto debería favorecer la elección del demócrata Barack Obama (si no es asesinado) a la presidencia de Estados Unidos el 4 de noviembre próximo. Es probable que, como Franklin D. Roosevelt en 1930, el joven Presidente lance un nuevo "New Deal" basado en un neokeynesianismo que confirmará el retorno del Estado en la esfera económica. Y aportará por fin mayor justicia social a los ciudadanos. Se irá hacia un nuevo Bretton Woods. La etapa más salvaje e irracional de la globalización neoliberal habrá terminado.

domingo, 12 de octubre de 2008

Carta de Michael Moore sobre el rescate de Wall Street

A los ciudadanos de Estados Unidos

Amigos. Déjenme ir al grano. Mientras ustedes leen estas líneas se está llevando a cabo el robo más grande en la historia de este país. Aunque no se están empleando armas, 300 millones de personas fueron tomadas como rehenes. No nos equivoquemos: después de cinco años de robarse medio trillón de dólares para llenar los bolsillos de sus aliados que se enriquecen con la guerra, después de forrar con dinero a los magnates petroleros con 100 mil millones de dólares en los pasados dos años, Bush y sus secuaces –que pronto dejarán vacante la Casa Blanca– están saqueando todos los dólares que se encuentran del Tesoro de Estados Unidos. Están barriendo con todos los cubiertos de plata que pueden mientras caminan rumbo a la puerta de salida.

No importa lo que digan, no importa cuántas palabras empleen para asustarlos; están recurriendo a las viejas triquiñuelas para fomentar el miedo y la confusión para mantenerse a sí mismos y a uno por ciento de la población asquerosamente rica. Sólo basta leer los primeros cuatro párrafos del reportaje principal del New York Times del pasado lunes para conocer de qué se trata todo este asunto:

"Aunque los legisladores trabajaron en los detalles del rescate de la industria financiera por 700 mil millones de dólares, Wall Street volvió a buscar la manera de lucrar con el plan.
"Las firmas financieras cabildearon para lograr la cobertura de todas las formas de inversiones problemáticas, no sólo las relacionadas con las hipotecas.

"Al mismo tiempo, las firmas de inversión maniobraron para supervisar todos los activos que el Tesoro planea eliminar de los registros de las instituciones financieras, una actividad que podría generarles cientos de millones de dólares al año en honorarios. Nadie quiere ser excluido de la propuesta del Tesoro para la compra de los activos de mala calidad."

Increíble. Wall Street y sus partidarios fueron los artífices de este desorden y ahora pretenden limpiarlo como viles bandidos. Hasta Rudy Giuliani está haciendo cabildeo con su consultoría para ser contratado (recibir sueldo) y brindar asesoría en el rescate.

El problema es que nadie sabe en verdad a qué se debe este "colapso". Aun el secretario del Tesoro, Paulson, admitió ignorar la cantidad exacta que se requiere (¡se le ocurrió de la nada la cifra de 700 mil millones!) El director de la oficina de presupuestos del Congreso afirma que no podía entenderlo ni explicarlo.

No obstante, dicen histéricos que ¡el final está cerca! ¡Pánico! ¡Recesión!
¡La Gran Depresión! ¡Y2K! ¡La gripe aviar! ¡Abejas asesinas! ¡Debemos aprobar la ley del rescate hoy mismo! ¡El cielo se está cayendo! ¡El cielo se está cayendo!

¿Cayéndosele a quién? No hay NADA en este paquete de "rescate" que baje el precio de la gasolina que debemos cargar en nuestros vehículos para ir al trabajo. NADA en esta iniciativa nos protegerá de perder nuestro hogar. NADA en esta iniciativa nos dará un seguro médico.
¿Seguro médico? Mike, ¿por qué hablas sobre ese tema? ¿Qué tiene que ver con el colapso de Wall Street?

Tiene mucho que ver. El supuesto "colapso" fue desencadenado por la moratoria y la pérdida de hogares de la gente con deudas hipotecarias. ¿Saben por qué tantos estadunidenses están perdiendo sus hogares? Los republicanos explicarían que se debe a que muchos idiotas de la clase trabajadora recibieron hipotecas que en realidad no podían pagar.

Pero la verdad es ésta: la razón número uno por la cual la gente se declara en bancarrota es por el costo de sus cuentas médicas. Déjenme ponerlo de forma más simple: si tuviéramos un sistema universal de salud, esta crisis hipotecaria jamás habría sucedido.

El objetivo de este rescate es proteger la obscena acumulación de riqueza que ha sido amasada en los ocho años anteriores. Es para proteger a los accionistas que poseen y controlan a las corporaciones en Estados Unidos. Es para asegurarse que sus yates y mansiones y su "forma de vida" no sean interrumpidos mientras el resto de los estadunidenses sufren y luchan para pagar las cuentas. Dejemos que los ricos sufran al menos una vez. Que paguen el costo del rescate. Estamos gastando 400 millones de dólares al día en la guerra de Irak. ¡Que acaben de una vez con la guerra y nos ahorraremos otro medio trillón de dólares!

Están protagonizando un golpe de Estado financiero en contra de nuestro país.
Esperan que el Congreso actúe rápido para evitar que piensen, antes de que tengamos la oportunidad de detenerlos. Así que dejen de leer esto y hagan algo ¡YA! Pueden poner manos a la obra de manera inmediata:

1. Llamen o envíen un correo al senador Barack Obama. Díganle que no necesita sentarse a ayudar a Bush y a Cheney y todo el desastre que han provocado. Díganle que tiene la inteligencia para detener el ritmo de los acontecimientos y encontrar cuál es el mejor camino a escoger. Digámosle que los ricos deben pagar por la ayuda que se les proporciona. Usemos la influencia que tenemos en estos momentos para insistir en una moratoria a todos los embargos e insistir en adoptar la cobertura universal de salud, y decirles que el pueblo necesita tomar las riendas de las decisiones económicas que afectan nuestras vidas, no a los barones de Wall Street.

2. Tomen las calles. Participen en cualquiera de las cientos de manifestaciones espontáneas que están brotando en todo el país (especialmente aquellas cerca de Wall Street y DC).

3. Llamen a sus representantes en el Congreso y en el Senado. Cuéntenles lo que le dijeron al senador Obama.
Cuando uno se equivoca en la vida, los errores se pagan en el infierno. Cada uno de ustedes que leen este texto, conocen esa lección elemental y ha pagado las consecuencias de sus actos en algún punto de su vida. En esta gran democracia no podemos permitir que exista un conjunto de reglas para la mayoría de los ciudadanos trabajadores y otras reglas para la elite, la cual, cuando se equivoca, recibe regalos en bandeja de plata. ¡No puede ser! ¡No de nuevo!

Suyo, Michael Moore